La cusqueña no es solo una bebida, es parte de la esencia de Cusco. Y de verdad, probarla aquí, en su tierra, es toda una experiencia. Imagina caminar por las calles empedradas, con esa mezcla de historia y energía que solo esta ciudad puede ofrecer. Entre ruinas incas, mercados llenos de color y paisajes que quitan el aliento —como Machu Picchu o la Montaña de Siete Colores—, hay algo más que hace único a este destino: su cerveza.
Si bien Cusco es famoso por su legado ancestral, también es la cuna de una de las cervezas más queridas de Sudamérica. Hay algo en su sabor —más auténtico, más fresco— que hace que cada sorbo valga la pena. ¿Será el agua de los Andes? ¿O la magia de la ciudad? Sea lo que sea, tienes que vivirlo.
En este artículo te contamos la historia de la cerveza cusqueña y, lo mejor, dónde disfrutarla para que tu viaje sea redondo. Porque, después de un día explorando, ¿qué mejor que brindar con una cusqueña bien helada?
¿Qué es la cerveza cusqueña y cuál es el origen de su nombre?
La cerveza cusqueña es parte de la identidad cultural del Perú. Está fabricada con ingredientes de primera calidad —como cebada malteada, lúpulo y agua de manantial proveniente de los Andes— y su sabor suave, pero con carácter, la ha convertido en un ícono que traspasa fronteras.
Su nombre no es casualidad: nació en 1908 en la ciudad de Cusco y desde entonces lleva el gentilicio de la antigua capital del Imperio Inca como bandera.
La historia de la cerveza cusqueña comienza con la visión de crear una bebida que representara la riqueza y el orgullo local. A lo largo de más de un siglo, ha mantenido su receta original, perfeccionando su proceso y ganando reconocimiento internacional. Es por eso que si viajas a Cusco no puedes perder la oportunidad de probarla en su tierra natal.
Además, llegar a este destino no es tan complicado como crees: hoy en día hay vuelos baratos desde Chile que pueden llevarte directo a vivir la experiencia. Y una vez ahí, puedes aprovechar para organizar tu viaje a Cusco y conocer no solo su historia, sino también los mejores lugares para disfrutar de esta joya dorada.
Historia de la cerveza Cusqueña
La historia de la cerveza Cusqueña es tan rica como su sabor y la ciudad que la vio nacer. Todo comenzó en 1908, cuando un grupo de emprendedores locales decidió crear una bebida que representara la grandeza de Cusco y su conexión con la tradición.
Con ingredientes de primera calidad de origen local, lograron una cerveza que rápidamente conquistó a quienes la probaban.
En sus primeros años, la producción se realizaba a pequeña escala, pero el compromiso con la calidad hizo que la bebida se ganara un lugar especial en las mesas y celebraciones locales. Con el tiempo, la fama de la cerveza Cusqueña trascendió fronteras, llevándola a participar en concursos internacionales donde obtuvo reconocimientos por su sabor y presentación.
Además, cada botella cuenta una historia: la etiqueta y el relieve en el vidrio evocan la piedra de los doce ángulos, un ícono de la arquitectura inca, como un guiño al pasado glorioso de la región.
El nombre “Cusqueña” no fue casualidad; es un homenaje directo al gentilicio de quienes viven en esta ciudad histórica. Representa orgullo, pertenencia y la esencia de un lugar que mezcla culturas, sabores y experiencias únicas.
Conociendo todo su carácter, no es de sorprender que hoy, más de un siglo después, siga produciéndose con la misma receta base, aunque adaptada a nuevas tecnologías para que en cada sorbo puedas sentir la unión entre tradición e innovación.
Así, beber una cusqueña no es solo refrescarse: es participar de una historia que comenzó hace más de 100 años y que sigue viva en cada brindis.
¿Dónde puedes beber una cerveza cusqueña en Cusco?
Si estás en la ciudad, no te será difícil encontrar un lugar para disfrutar de una buena cerveza cusqueña. El centro histórico está lleno de bares y restaurantes que la sirven bien fría, acompañada de vistas espectaculares o música en vivo.
Lugares como el Museo del Pisco o la Cervecería del Valle Sagrado son paradas infaltables para quienes quieren maridar la bebida con buena gastronomía local. Incluso en pequeños cafés o terrazas con vista a la Plaza de Armas puedes encontrarla.
Y mientras exploras todas las actividades que puedes hacer en Cusco, siempre habrá una oportunidad para brindar con este elixir dorado. Algunas opciones que no te puedes perder son:
- Museo del Pisco: ideal para degustar la cusqueña junto a cocteles peruanos y platillos típicos, en un ambiente lleno de historia.
- Cervecería del Valle Sagrado: ubicada fuera del centro, pero perfecta para un paseo cervecero entre montañas y paisajes espectaculares.
- Limbus Restobar: tiene una terraza con una de las mejores vistas de la ciudad. Un lugar perfecto para disfrutar tu cerveza cusqueña, mientras observas el atardecer.
- Chicha por Gastón Acurio: restaurante reconocido por su cocina de autor, donde la cerveza marida perfectamente con sabores peruanos contemporáneos.
- Plazoleta San Blas: zona bohemia donde encontrarás bares pequeños y cafés que sirven cusqueña bien fría, la bebida propicia para un momento relajado.
Un brindis en la ciudad imperial
Cusco es una ciudad que lo tiene todo: historia, cultura y paisajes imponentes. Aquí puedes pasar el día recorriendo ruinas incas, caminando entre calles coloniales y explorando mercados llenos de colores.
Imagina tus días en la capital Inca cuando al caer la noche, te reúnes con tus amigos para compartir historias del viaje. celebrar el encuentro y cerrar el día con una cerveza cusqueña en mano, una combinación de tradición peruana y sabor premium en cada sorbo.
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