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Comidas en tu viaje: 7 consejos para ahorrar

Cuando viajas, hay tres cosas que siempre se llevan la mayor parte de tu presupuesto: los pasajes, el hospedaje y las comidas.

Y seamos honestos, a veces la comida termina siendo el gasto más alto, porque entre desayunos, almuerzos, cenas y algún antojo en el camino, la cuenta crece sin que te des cuenta.

La buena noticia es que con algunos trucos simples puedes comer rico, probar sabores locales y, al mismo tiempo, cuidar tu bolsillo.

En este artículo te comparto 7 consejos fáciles para ahorrar en comidas durante tu viaje, para que aproveches cada peso en lo que realmente importa: vivir nuevas experiencias, conocer lugares increíbles y volver con recuerdos inolvidables.

1. Incluye desayunos en tu reserva de hospedaje

Arrancar el día con un buen desayuno sin pagar extra es un alivio para el bolsillo. Por eso, al momento de reservar tu hospedaje, fíjate que lo tenga incluido.

De esta forma, no solo te ahorras una de las comidas más importantes del día, también sales a recorrer con más energía y sin la preocupación de gastar de inmediato en una cafetería.

Y si el alojamiento ofrece otras comidas dentro del precio, ¡mejor todavía! Así dejas más dinero libre para paseos, recuerdos o lo que realmente quieras disfrutar en tu viaje.

2. Hospedaje con cocina

¿Te gusta cocinar o, al menos, preparar cosas simples? Entonces busca un hospedaje con cocina equipada. Cocinar tus propias comidas puede ser mucho más barato que salir a comer varias veces al día.

Además, si viajas en grupo, el ahorro se multiplica porque los gastos de ingredientes se reparten entre todos. Incluso puede ser parte de la aventura, ya que ir a un mercado local, elegir productos frescos y preparar algo típico es otra forma de conocer el lugar.

Un buen tip es pensar en recetas rápidas y simples que no te quiten tiempo de tu viaje. Por ejemplo, pastas con verduras, ensaladas frescas, sándwiches o incluso desayunos con frutas y yogur.

Los supermercados locales suelen tener combos económicos y listos para preparar, lo que hace aún más fácil armar tus comidas sin gastar demasiado ni complicarte con la cocina.

3. Come como un local

Piensa en esto: ¿quién sabe mejor dónde comer rico y barato que alguien que vive en el lugar? Seguir sus pasos es un secreto para gastar menos y disfrutar más.

En vez de sentarte siempre en restaurantes turísticos, atrévete a recorrer ferias, mercados o pequeños locales de barrio. Allí encontrarás platos típicos, ingredientes frescos y precios que no golpean tu bolsillo.

Cuando comes como un local, también descubres la verdadera esencia del destino a través de sus sabores cotidianos, haciendo tu experiencia de viaje mucho más auténtica.

También puedes aprovechar los famosos “menús del día” o “platos ejecutivos” que ofrecen muchos restaurantes pequeños, que son porciones abundantes a precios mucho más bajos que pedir a la carta.

Y si no sabes dónde encontrarlos, pregunta a un taxista, a alguien del hotel o revisa aplicaciones de reseñas locales: nada mejor que una recomendación directa para descubrir lugares buenos, baratos y auténticos.

4. Lleva una colación para cada recorrido

Seguro te ha pasado que sales a explorar, caminas horas, visitas museos o subes cerros y, de repente, el hambre aparece. En esos momentos lo más fácil es comprar algo en el camino, pero casi siempre terminas pagando de más.

La solución es simple: lleva contigo una colación, que puede ser fruta, frutos secos, un sándwich o lo que más te guste.

Así no solo evitas gastar en cada paseo, también te ahorras esos “gastos hormiga” que parecen pequeños, pero que al final del viaje (sobre todo si viajas en familia), suman mucho.

5. Lleva tu botella de agua

Cuando viajas, caminas más de lo normal, pasas horas al sol y el calor o el cansancio hacen que quieras comprar bebidas a cada rato, pero el problema es que esas botellas de agua o gaseosas terminan vaciando tu bolsillo sin que te des cuenta.

Por eso, un buen hábito es llevar siempre tu propia botella. Si es reutilizable y térmica, mucho mejor, ya que el agua se mantiene fresca y no necesitas gastar una y otra vez.

Este es un ejemplo de como un pequeño gesto que te ayuda a ahorrar y al mismo tiempo impacta en el cuidado del medioambiente al generar menos residuos plásticos.

6. Revisa los precios antes de consumir

Imagina que llegas a un lugar con buena música, una vista increíble y un ambiente que invita a quedarse. Pides algo rápido sin mirar la carta y todo parece perfecto, ¡hasta que llega la cuenta y el valor no se parece en nada a lo que tenías pensado gastar!

Para que no te pase, haz de la revisión de precios un paso obligatorio antes de pedir. Incluso puede convertirse en un juego para comparar, calcular en tu moneda y decidir si vale la pena o no.

Así conviertes un posible dolor de cabeza en una forma práctica de mantener tu viaje dentro del presupuesto.

7. Respeta tu presupuesto

Tener un presupuesto está bien, pero respetarlo es lo que realmente marca la diferencia. Muchos viajeros lo anotan en una libreta o app que usan como planificador de viaje y luego, cuando aparecen las tentaciones, lo olvidan.

La clave está en organizar cuánto quieres gastar en comidas desde el inicio y mantenerte firme, ya sea separando un monto diario, guardando efectivo en sobres o usando una app que te avise cuánto llevas gastado.

De esta manera, evitas sorpresas al final del viaje y disfrutas con la tranquilidad de saber que tu dinero alcanza para todo lo que planeaste.

Comer bien sin vaciar tu bolsillo es posible

¿Lo ves? Viajar no tiene por qué significar gastar de más.

Con pequeños hábitos como elegir un hospedaje con desayuno, llevar tu propia botella de agua o comer como un local, puedes reducir bastante lo que destinas a comidas y darle más espacio a otras experiencias.

Al final, se trata de disfrutar sin preocupaciones, de estirar tu presupuesto y de volver con recuerdos y anécdotas en lugar de deudas.

Ahora que ya conoces estos consejos, ponlos en práctica en tu próximo viaje y verás cómo tus comidas se convierten en una parte sabrosa, auténtica y económica de la aventura.

Atrévete, sólo falta entrar a SKY Airline y comprar tus pasajes, cumplir el sueño de viajar nunca estuvo tan alcance de tu mano.