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Comidas típicas de la Patagonia: sabores que enamoran

La Patagonia no solo deslumbra con sus glaciares, montañas y fiordos, también conquista por su cocina, ofreciendo una mezcla perfecta entre tradición, naturaleza y cultura.

Desde el clásico cordero al palo hasta las tartas de calafate y los mariscos del sur, la gastronomía patagónica invita a disfrutar el viaje con todos los sentidos.

Si estás pensando en viajar al sur, con SKY puedes llegar directo a los principales destinos para descubrir (entre un asado, un guiso o una cerveza artesanal) por qué los sabores de la Patagonia enamoran a todos los que la visitan.

Platos típicos y sabores de la Patagonia

La Patagonia enamora por sus sabores que mezclan lo mejor del campo, el mar y la tradición, donde cada plato tiene algo de historia, algo de hogar y mucho de naturaleza pura.

Estos son algunos de los imperdibles que no puedes dejar de probar en tu próxima aventura por el sur:

Cordero patagónico

Si hay un sabor que representa a la Patagonia, ese es el del cordero al palo. Criado en grandes extensiones de campo y alimentado con pastos naturales, su carne es tierna, sabrosa y con un toque ahumado irresistible.

La preparación tradicional se hace al aire libre, con el cordero abierto en cruz frente al fuego por varias horas.

El resultado es una carne dorada por fuera y jugosa por dentro, perfecta para acompañar con papas, pan casero o una copa de vino tinto. En ciudades como Coyhaique o Punta Arenas, es común encontrarlo en asados familiares, ferias gastronómicas y restaurantes de ruta.

Sabores del mar austral

El mar también tiene un papel protagonista en la mesa patagónica, ya que las frías aguas del sur son el hogar de productos frescos y de excelente calidad como la merluza austral, la centolla y los choritos o mejillones chilenos.

En Puerto Natales, por ejemplo, vas a encontrar caldos humeantes con mariscos recién salidos del agua o centollas servidas con limón y mantequilla, perfectas para una tarde frente al canal.

Y si pasas por Chiloé, no te pierdas el curanto, una preparación ancestral que mezcla mariscos, carnes, papas y milcaos cocinados bajo tierra con piedras calientes.

Dulces del bosque

Después de una buena comida patagónica, siempre hay espacio para algo dulce. Las frutas nativas del sur (como el calafate, la murta o la frambuesa silvestre) se convierten en mermeladas, licores y postres caseros que alegran cualquier sobremesa.

La tarta de calafate es sin duda la estrella, ya que además de deliciosa, tiene una leyenda muy especial: se dice que quien la prueba, tarde o temprano vuelve a la Patagonia.

Y si a eso le sumas un café de grano tostado local o un té de hierbas andinas, el momento se vuelve perfecto.

Acompañamientos que completan la experiencia

Para redondear la experiencia, no pueden faltar los quesos artesanales, elaborados en pequeñas chacras con leche fresca, ni las cervezas locales, muchas de ellas hechas con agua pura de deshielo.

En zonas como Bariloche o El Bolsón, vas a encontrar rutas cerveceras que combinan paisajes increíbles con sabores únicos.

Ingredientes autóctonos y técnicas culinarias

La magia de la cocina patagónica está en sus ingredientes, porque todo parte de productos locales, frescos y muchas veces cultivados o recolectados a mano.

La sencillez de sus recetas no es casualidad, sino que responde a una tradición que valora lo natural y respeta los tiempos de la tierra y el fuego.

Ingredientes del fin del mundo

El sur de Chile y Argentina es una despensa llena de sabores únicos. Entre los más representativos están:

  • Carnes de cordero y guanaco, criadas en campos abiertos y alimentadas con pastos naturales.
  • Pescados y mariscos australes, como la merluza, el salmón, los choritos y la centolla.
  • Frutas silvestres, especialmente el calafate, la murta y el maqui, que se usan en postres, jugos y mermeladas.
  • Hierbas nativas, como el paico o el llantén, que aportan aroma y propiedades medicinales.
  • Granos y tubérculos, entre los que destacan las papas chilotas, con sus llamativos colores y texturas.

Técnicas con raíces antiguas

En la Patagonia, muchas de sus preparaciones conservan técnicas ancestrales mapuches y tehuelches, como el uso del fuego directo, el ahumado o la cocción bajo tierra, por ejemplo:

  • Asado al palo o en cruz: símbolo del sur, donde el cordero se cocina lentamente al calor del fuego.
  • Curanto: una de las tradiciones más antiguas de Chiloé, que mezcla mariscos, carnes y vegetales sobre piedras calientes cubiertas con hojas de nalca.
  • Ahumado: técnica muy usada para conservar pescados y carnes, dándoles un sabor profundo y duradero.
  • Panificación artesanal: el pan casero, las tortas fritas y los panes de campo son parte infaltable de cualquier mesa sureña.

La influencia de culturas europeas

La llegada de inmigrantes europeos también dejó su huella en la cocina patagónica, ya que alemanes, croatas, suizos e italianos trajeron nuevas técnicas y costumbres que se fusionaron con las locales.

Así nacieron postres como el strudel de manzana, el kuchen o las cervezas artesanales, que hoy forman parte de la identidad gastronómica del sur. 

Dónde disfrutar la comida patagónica durante tu viaje

Viajar por la Patagonia es una experiencia que también se saborea con asados al aire libre, mariscos recién pescados y postres con frutas del bosque.

Con SKY puedes volar directo a los puntos donde la gastronomía del sur cobra vida, como Torres del Paine y estos otros destinos imperdibles:

Punta Arenas

En Punta Arenas, el mar es protagonista, por ello, en su mercado municipal y cocinerías locales vas a encontrar centollas, merluza austral y sopas marineras llenas de sabor.

También puedes probar el clásico cordero al palo, asado lentamente frente al fuego, acompañado de una cerveza artesanal elaborada con agua de deshielo.

Además, si estás planificando tu vuelo, te conviene descubrir aeropuertos del sur de Chile para organizar tu ruta gastronómica y aprovechar los destinos conectados por SKY.

Puerto Natales

Puerto Natales combina paisajes únicos con una cocina que rescata lo local, en restaurantes y refugios que sirven curantos, guisos de cordero y platos gourmet con centolla o calafate, siempre con productos frescos de la zona.

Nada como comer frente al fiordo Última Esperanza, con una copa de vino patagónico en la mano.

Si viajas en temporada baja, revisa las lluvias en el sur de Chile para elegir bien tus fechas y disfrutar del paisaje sin contratiempos.

Coyhaique

En Coyhaique, las empanadas de cordero, el pan amasado y las tortas fritas son parte del día a día, acompañadas con mate y buena conversación. En las ferias locales vas a encontrar quesos, mieles y mermeladas hechas por productores del valle, todo con ese toque auténtico que define al sur.

Chiloé y Puerto Montt

En Chiloé y Puerto Montt, la gastronomía es sinónimo de historia, con el tradicional curanto en hoyo que reúne mariscos, papas y carnes bajo tierra, cocinados con piedras calientes.

Y para cerrar con algo dulce, nada mejor que un kuchen de fruta o una tarta de calafate, acompañados de café de grano local.

Vive la Patagonia a través de su gastronomía única

Además de disfrutar de buenos sabores, comer en el sur es conectar con una forma de vida que respeta la naturaleza y valora lo simple. Cada plato, desde un cordero al palo hasta una tarta de calafate, cuenta algo sobre su gente, su historia y su paisaje.

Los productos locales, los pequeños productores y los chefs que rescatan recetas ancestrales mantienen viva una tradición que merece ser compartida.

Así que cuando planees tu próximo viaje, no te limites a mirar el mapa: sigue tu apetito para descubrir nuevos rincones, probar sus sabores y déjate sorprender por la calidez de la gente de la Patagonia.

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